- Este guarismo llega al 42,2% entre aquellos con hasta 17 años de edad, de manera que más de 5,3 millones de niños y adolescentes se desarrollan en hogares cuyos ingresos son insuficientes para escaparle a la pobreza.
- La principal urgencia de volver a medir la pobreza, y hacerlo en todas sus dimensiones, radica en las múltiples aristas que limitan el desarrollo de las capacidades individuales de las poblaciones afectadas. En esta consideración, cobra especial relevancia el estudio de la pobreza sobre la niñez, y hacerlo en términos multidimensionales.
- Considerando parámetros fundamentales para el desarrollo infantil: como el acceso al agua potable y saneamiento, el hacinamiento, el material de la vivienda y su situación educativa, además de la propia insuficiencia de ingresos del hogar en que crecen, puede estimarse que 6 de cada 10 niños y adolescentes de hasta 17 años de edad (61,2%, es decir más de 7,7 millones) sufren de al menos una privación o carencia en este sentido, de manera que son parte de la pobreza infantil.
- De igual manera, un 22,1% de los niños y adolescentes del país (casi 2,8 millones) sufren la pobreza infantil extrema, por enfrentar severos y graves condicionamientos a su desarrollo.
- Además, en lo que refiere a la primera infancia, uno de cada tres niños de entre seis y veintitrés meses de edad sufre de anemia crónica, incidencia que se amplía entre hogares con necesidades básicas insatisfechas, y también se agrava en regiones del norte del país y en el conurbano bonaerense
Estos antecedentes exponen situaciones de urgencia y postergación sobre la niñez, cuya solución requerirá de una gran eficiencia e integralidad en la administración de la política social en este sentido, sin perder de foco el anhelo de erradicar la pobreza en Argentina.