Sin embargo, en muchos casos el sector se encuentra subdesarrollado, ya que su funcionamiento se encuentra sujeto a fallas de mercado, por externalidades, información incompleta, elevados costos de control y monitoreo.
Así, puede que las empresas no accedan a crédito externo, sino que opten por una estrategia de autofinanciamiento, con las limitantes que esto genera. En caso de tomar fondos externos, el financiamiento puede realizarse a través del mercado de capitales, sea bancario o mediante la emisión de títulos, o puede realizarse a través de mecanismos no de mercado, caso de los denominados bancos de desarrollo u alguna otra agencia gubernamental que provea financiamiento como parte de sus políticas de apoyo al sector productivo. El presente trabajo realiza una aproximación al funcionamiento de ambos mecanismos en Argentina.
El financiamiento de mercado va a depender estrechamente de las condiciones del propio mercado, tanto vinculadas con la demanda de financiamiento, y en consecuencia de la rentabilidad de los proyectos de inversión, como de la oferta, vinculada con la liquidez de la economía, las regulaciones sobre el sistema financiero en general y del entorno macroeconómico.
Algunos requisitos no excluyentes cuando se piensa en términos del financiamiento de la inversión son, entre otros: baja inflación, un riesgo país reducido, y mercados desregulados y/o con regulaciones aplicadas por agencias profesionales, en función de normas estables en el tiempo.
Por otra parte, las políticas de financiamiento establecidas a través de la existencia de una Banca de Desarrollo u otras Agencias Públicas dependerá del Presupuesto destinado a estas políticas y la definición sobre tipo de proyectos a financiar y alcance de dicho financiamiento.
Por motivos que se postulan en el presente trabajo, en la actual etapa quizás resulte más eficaz fortalecer gradualmente la estructura del financiamiento y el fondeo del BICE, aunque manteniendo la preponderancia de la operatoria de "segundo piso". Este financiamiento de segundo piso debe generar los incentivos adecuados para que el Sistema Financiero esté interesado en actuar como agente de primer piso y asigne el financiamiento siguiendo los lineamientos estratégicos. El diseño de instrumentos debe garantizar que el Banco tenga resultado superavitario, de modo tal de que sea sustentable en el mediano y largo plazo.
Dada la situación fiscal del país, para capitalizar en forma significativa al BICE habría que incrementar en paralelo la deuda bruta del sector público, por lo que esta acción requeriría un cuidadoso estudio de costos y beneficios.
Un banco de estas características debería focalizar primero en infraestructura, ya que es uno de los déficits más importantes de la economía argentina hoy y, al menos inicialmente, no es fácil que el capital privado realice cuantiosas inversiones en el sector. En paralelo, podría avanzarse en el impulso a instrumentos adecuados para el financiamiento Pyme (fondos de garantía, leasing, etc.).
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