Por Jorge Vasconcelos
Desde diciembre, la brecha cambiaria entre el dólar libre y el oficial se amplió desde casi el 15 % a un 21 % en los últimos datos, mientras que la tasa de interés de bonos del Tesoro a plazos de 12 meses pasó de rendimientos del 28 % al 38 % anual en ese período, al tiempo que, en el mercado de futuros, en enero los contratos se pactaban con un tipo de cambio de 1260 pesos/ dólar para diciembre 2025, con una tasa implícita de 1,62 % efectiva mensual, en contraste con los valores actuales del ROFEX para fin de año, un dólar de 1386 pesos para esa fecha (tasa implícita mensual de 2,81 %).
Este deterioro de las variables financiero-cambiarias ocurrió en el contexto de un cambio abrupto en el saldo de la compraventa de dólares en el mercado oficial por parte del Central. Luego de una meseta de cinco meses hasta febrero en los que se logró un neto positivo promedio de 1,4 mil millones de dólares/mes, en las últimas nueve ruedas el BCRA sacrificó 1,4 mil millones de dólares.
A su vez, las reservas brutas del Banco Central cayeron de 29,6 a 26,2 mil millones de dólares desde fin de diciembre, pese a que las tenencias de oro aportaron una mejora de 780 millones en el período. Y ahora, que parece descontarse el acuerdo de “facilidades extendidas” con el FMI, lo que llama la atención es que el riesgo país se haya superado los 790 puntos en las últimas horas, nivel que compara con 595 puntos a principios de enero, aún después que se anunciara que el crédito será por 20 mil millones de dólares.
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