Si las complicaciones son crecientes en ambos niveles de gobierno, ¿por qué son actualmente más visibles en los gobiernos provinciales? El aumento del gasto público ha sido muy importante tanto en Nación como en el conjunto de provincias entre 2003 y 2011, superando ampliamente a la inflación, e inclusive a la suba del PIB. La clave está en los recursos y las fuentes de financiamiento. En primer lugar, los recursos tributarios propios aumentan en 2012 más en provincias que en Nación (32% versus 26%), de modo que no hay que buscar aquí las actuales dificultades en los gobiernos subnacionales.
En cambio, puede observarse que las transferencias automáticas que envía el gobierno nacional a las provincias se han desacelerado en el primer semestre, con una variación interanual del 23%, cuando lo habían hecho al 31,1% en el primer semestre de 2011. Más grave, las transferencias que las autoridades nacionales aprueban discrecionalmente para enviar a las provincias (destinadas a gastos corrientes y de capital), han subido sólo un 14% en los primeros 5 meses del año, exhibiendo claramente que ante las propias dificultades fiscales en el poder central se decidió morigerar los envíos a las provincias.
Finalmente se debe tener en cuenta el acceso al financiamiento, intra o extra sector público. Aquí se halla la mayor diferencia entre la situación financiera de Nación y Provincias en 2012: mientras la primera tiene acceso a cuantiosos recursos del financiamiento intra sector público, ya sea de flujos o stocks (BCRA, ANSES, Banco Nación, otros organismos estatales), que le permiten cerrar financieramente sus necesidades este año, las provincias deben conseguir financiamiento para su déficit primario y sus servicios de deudas, aún después de la reprogramación de la deuda con Nación aprobada hace pocos meses. Tales necesidades netas ascienden a aproximadamente $32 mil millones en 2012, y el financiamiento voluntario al que podrían este año difícilmente supere la mitad de esa cifra.
Resumiendo, las principales diferencias financieras entre Nación y Provincias este año es que la primera tiene la posibilidad de “pisar” las transferencias discrecionales a provincias, mejorando su propia situación financiera, y especialmente que cuenta con financiamiento compulsivo intra sector público para cumplir con sus obligaciones por deudas, mientras las provincias deben conseguir sus recursos extras del financiamiento voluntario (en un mercado difícil después del evento YPF) y aumentando sus impuestos, además de la contención que puedan realizar por el lado del gasto.
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